jueves, 6 de septiembre de 2007

fondo atras extraño

Me siento extraña
Ajena a mi misma
Como si esta mente, cuerpo, vida, no fuera mio
Quiero cortarme hasta el fondo, hasta poder sacar todo afuera
Cortar mi frente y que escape toda esa sangre que se agolpa y que da vueltas
Que me hace sentir mal y que me duele
Debo cortar mi ombligo y sacar mis entrañas hacia fuera
Escupir en ellas
Sentir asco, mucho asco al mirar, al mirarme
Debo limpiarme desde adentro hacia fuera
Sentir algo extraño
Volver a ser yo
Para esperar a ser como siempre
Para volver atrás
Preocuparme por algo
Irme al final y volver al principio…extrañamente
Yo ya se como…


Me muerdo las muñecas tan fuerte que estoy apunto de arrancarme las venas. Deseo saborear el hedor de la sangre para escupirlo por mi cuerpo y contemplar mi autodestrucción. Quiero vomitar, vomitar, vomitar hasta echar lo más profundo de mis entrañas, y quedarme vacía como un títere. Jamás entenderé por qué me cuesta tanto expresarme, incluso escribiendo. No hay una palabra, no hay un momento, no hay una persona. No hay nada en concreto. No lo veo. Mirar a un punto impreciso del mapa no me ha servido nunca, la inercia forma parte de mi vida, y ya me aburre. No es vivir por mí, sino vivir por no herir. Escúpeme en la cara, que saborearé tu saliva. Los momentos se congelan y las paredes arden, queman de frío. La arena es espesa en el barrizal que llamo hogar. No intentes gritar, ni huir, no puedes. Sólo es tu imaginación y ya dije, no puedes luchar contra tu propia fantasía, sólo taladrarte la sien. Doy vueltas sobre mí misma y aún creo que me muevo. Algo así como el pájaro loco, que cree que porque él no ve, a él tampoco pueden observarle. No lo entiendo. Es un código demasiado complicado, inteligible, sí, lo escribí con mis propias lágrimas, por eso es transparente. Me expreso con la dureza que oculto, la frialdad que anhelo. Este cuchillo afilado lleva mi nombre, no el tuyo, así que deja de creerte todo lo que digo. Es intangible. Y yo soy inerte. Todo es pura fantasía y descontrol. Apatía que me recorre día a día y se esconde en algún rincón de aquel campo sin paredes. No son más que palabras ordenadas de manera estética, así que deja de pensar. No pienses. No lo hagas. Sólo siente. Siente. Siente... Siente el frío recorrerte y llora. Yo estoy harta de hacer esfuerzos para que salgan las lágrimas, harta de que el llanto erosione mi garganta y mi estómago. Harta. HARTA. Harta de mí, de ti, y del mundo. Siento la pesadez de mis frases en la cabeza, realmente no lo pienso. Sí, soy humana, nunca dije lo contrario. Y tengo los codos gastados de apoyarlos contra el suelo. Mis manos están llenas de pelo que me arranco, y así voy. No digas que no te lo advertí, mi mundo es oscuro y yo también. Sólo es dulzura pasada por agua, por agua que tú mismo creaste. Provocación absoluta, impulsos de ira y sobervia que adoro. Palabras al azar en un folio negro. La música pervive en el reflejo de ese charco, tú no. Tús ojos son ciegos, tu boca no distingue los sabores, el tacto se ha congelado, tu olfato se confunde y eres sordo.
Ahora es el momento. Sólo disfruta del silencio.

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